Este año no ha podido ser. No podremos abrir la casa de Santa María del Trabajo en Cerro Muriano. Nos ha sido imposible organizarlo, y lo sentimos muchísimo. Hemos pasado ratos muy agradables con todos los que habéis ido por la casa tanto a pasar el verano como a daros un baño en la piscina y tomaros algo en la noche.
Han sido mucho los factores que han provocado esta decisión: el virus nos obligaba a tener a más personas contratadas para llevar el mantenimiento de las instalaciones con la normativa vigente, siendo el aforo menor. Con la dificultad de encontrar personal con formación para llevarlo a cabo. La actualización de las instalaciones tenían un coste alto. Y el tiempo que tenemos que dedicarle a la actividad del que no disponíamos, por otras necesidades más urgentes que había que cubrir.
Hacen falta muchas manos para realizar las tareas en Hermandades del Trabajo, y no las tenemos. Lo sentimos. Nuestro propósito es tratar de llegar al año que viene, si no antes. Nos gustaría estar presentes en un pueblo que siempre ha acogido a nuestra entidad y del que guardamos tan buenos recuerdos.
Os deseamos un feliz verano y seguro que nos vemos próximamente. Un abrazo.