DON ABUNDIO

Don ABUNDIO fue ‘’un santo para el mundo del trabajo’’. “Como sacerdote, es ejemplar su preocupación por la evangelización de los hombres y mujeres del amplio mundo laboral. Vivió obsesionado por la promoción humana y la formación cristiana de los trabajadores. Con su austeridad y total entrega a los demás, fue un hombre de oración, con plena confianza en la providencia. Desde su humildad y autoridad moral, fue para quienes lo conocimos un Evangelio vivo’’.
Así se expresa respecto al sacerdote, Abundio García Román, el fraile dominico, Carlos Romero, en la entrevista que concede al periódico MAS para dar testimonio del conocimiento personal, la admiración y la gratitud por la vida y apostolado del fundador de Hermandades del Trabajo con motivo del XXV aniversario de su fallecimiento. 
¿Quién fue para usted el padre Abundio?
Un hombre santo. Por motivos de fe y por fidelidad a un compromiso vital. Lo contrario a materialismo interesado. Era sencillo, humilde y una persona muy identificada con los pobres. Caritativo en los aspectos personales, pero justo en sentido solidario. Entendía la fe como acción constante y eficacia en la obra. Tenía un elevado afán por la Justicia, entendida como lucha por lograr una vida mejor para la gente. Y esa batalla tenía, y tiene, un especial significado porque la libró en una época en la que los obreros no tenían qué comer y contra un sistema laboral que no permitía una existencia digna. Su intensa y polifacética actividad pastoral siempre estuvo ligada a su profunda vocación social, que culminó con la fundación de su obra, Hermandades del Trabajo, a la que dedicó más de 40 años de su vida.